Las llamas descontroladas han hecho que ya haya 2.100 hectáreas arrasadas por el incendio declarado en Almorox, Toledo.

La preocupación de los vecinos aumentaba a cada metro que se acercaban las llamas a sus casas, inquietud bien fundada porque han tenido que desalojar la urbanización Entrepinos de Cadalso de los Vidrios de manera preventiva ante la evolución del incendio.

"Estábamos cenando, nos llamó una vecina y nos dijo que teníamos que desalojar mientras veíamos que venían las cenizas al porche", explica una afectada.

La Cruz Roja ponía en marcha un dispositivo para alojar al casi medio millar de personas. Todos tuvieron que pasar la noche en un polideportivo de San Martín de Valdeiglesias.

"Dentro de la preocupación y del estrés que teníamos y de los nervios al ver que se nos quemaban las casas, ellos nos han hecho todo muy agradable y muy llevadero", sostiene una mujer.

Ya han vuelto casi todos a sus casas, pero el fuego no cesa, 120 bomberos regionales y 80 de la UME, 14 dotaciones de la Comunidad, siete helicópteros y cuatro hidroaviones del Gobierno de España.

Todos los efectivos centran sus esfuerzos en dar prioridad a las poblaciones para preservar vidas humanas. La zona, topográficamente, es muy complicad, las altas temperaturas no ayudan. El fuego está descontrolado y no saben si conseguirán perimetrarlo. Todo dependerá del viento, muy cambiante.