Las llamas alcanzan varios metros de altura y avanzan a gran velocidad mientras los bomberos tratan de huir del fuego a la carrera. Intentan acercarse lo máximo posible para extinguirlo, pero un cambio de viento pone en peligro sus vidas.

Las imágenes que muestra el vídeo principal de esta noticia son sobrecogedoras. Reflejan a la perfección el complicado trabajo que estos días desarrollan los bomberos en el incendio de Bejís, en Castellón, donde ni la orografía del terreno ni las condiciones meteorológicas (con escasa humedad) han sido de ayuda.

"¡Fuera, fuera!", se les escucha gritar a los trabajadores que han sido sorprendidos en cuestión de segundos por el avance de una de las lenguas de fuego. A su alrededor solo hay llamas y humo, lo que complica también la visibilidad.

Su trabajo es incesante. Son ya más de 1.000 las personas que han sido evacuadas preventivamente de varios municipios para ponerlas a salvo y el trabajo de los bomberos se centra en que el fuego no siga expandiéndose y no llegue a las viviendas.

En total son ya tres los bomberos que han resultado heridos en las labores de extinción de este fuego. El último incidente ha ocurrido de madrugada, cuando un agente de protección de la naturaleza del equipo de bomberos de Aragón ha tenido que ser trasladado al hospital afectado con quemaduras tras un cambio en la dirección del viento.

Además, otras 11 personas resultaron heridas en la tarde del martes, tres de ellas de gravedad, cuando viajaban en un Renfe que cubría el trayecto entre València y Zaragoza y salieron de los vagones cuando el convoy detuvo su marcha entre Masadas Blancas y Barracas para regresar a Caudiel ante la proximidad del incendio de Bejís.