El diario 'Le Parisien' ha destacado que, el pasado jueves, el pequeño estaba solo en su casa jugando con un mechero, se le ocurrió quemar un trapo y no consiguió apagar las llamas. Asustado, comenzó a gritar por la ventana que estaba atrapado y un vecino acudió en su ayuda cuando el humo ya se había extendido por la casa y en las cinco plantas superiores de su bloque, ubicado en Aubervilliers, en la región parisina.
El fuego mató a una mujer embarazada, de 33 años, y a sus tres hijos, de 18 meses y cuatro y seis años de edad, e hirió ligeramente a otros seis habitantes y a tres bomberos. El juez de instrucción imputó al niño este lunes ante la sospecha de que tiene la capacidad de ser consciente de las implicaciones de sus actos y del peligro de jugar con un mechero.
Aunque en Francia no hay una edad límite para establecer la responsabilidad penal de una persona, a los menores de 13 años no se les pueden aplicar sanciones penales, recordó "Le Parisien", mientras que "Le Monde" destacó que el juez de instrucción ha decidido aplicarle una "medida de alejamiento" de ese municipio.
En caso de que sea presentado ante un tribunal de menores, se le podrán dictar sanciones "educativas", como una amonestación o advertencia que se inscribirá en sus antecedentes judiciales, o una libertad vigilada.