La última vez que Antonio Bayano se quedó en la calle, estuvo viviendo y durmiendo ahí durante diez años.

Ahora, nos invita a la casa en la que vive desde hace tres. No tiene nada que ver, nos cuenta, con lo que pasó en la finca abandonada en la que tuvo que refugiarse.

"Allí no había ducha, allí había una manguera e imagina en invierno cómo era ducharte, lavar la ropa o cocinar", relata.

Ahora, su día a día es completamente diferente. "Tengo tranquilidad, que no tenía antes; tengo comodidad, que no tenía antes; tengo economía, yo vivía al día".

Si tiene un techo bajo el que vivir es gracias al equipo de 'Hogar Sí' y de 'Provivienda', que han implantado en España el programa 'Hábitat'.

José Manuel Carballo, director general de 'Hogar sí', describe las los puntos clave: "Ofrecer como primer paso y de una manera incondicional una vivienda y un equipo de apoyo para que estas personas realicen un proceso de inclusión. ".

Es lo que en otros países como Finlandia o EEUU se conoce como 'Housing first', es decir: la vivienda, lo primero. Una alternativa al sistema de atención tradicional a personas sin hogar.

"Es solo un 1,6% más costoso [...] es una diferencia de 28 euros al mes de una alternativa frente a otra y estamos ofreciendo una solución al sinhogarismo, por una parte y mayor dignidad a las personas", apunta Daniel Fábregas, director general de 'Housing first', asociación provivienda.

"En la calle estás pensando en si te van a hacer algo, si te van a pegar, si te van a matar, si vas a comer, si vas a tener un céntimo, si vas a ver a tu hijo...", no tienes nada, en realidad.

Ahora, Antonio ha mejorado en salud física y emocional, ha conseguido trabajo y una vida con la que soñaba estando en la calle. "Estoy súperfeliz, me entran escalofríos por el cuerpo diciéndolo", sostiene.

Ese es el objetivo de este modelo: que haya más personas que, como Antonio, tengan la misma oportunidad.