SEO/Birdlife, WWF y Ecologistas en Acción han asegurado que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Torrijos, Toledo, ha impuesto una fianza de 168.000 euros a tres personas, acusadas de presuntamente ocasionar la muerte de 55 ejemplares de fauna en el coto de la Casa Nueva, en Gerindote (Toledo), en 2011.

Según ha informado SEO/Birdlife, esta fianza tendrá que ser depositada por el titular del coto y los dos guardas que, en el momento en que se produjeron los hechos, estaban al cargo de la labores de administración y gestión del aprovechamientocinegético de los terrenos.

El objeto de la fianza es responder a la posible indemnización por los daños causados por los envenenamientos y el pago del valor de las especies de fauna que se vieron afectadas. Las organizaciones ecologistas han apuntado que el juez ha decretado la celebración del juicio oral después de 6 años de instrucción. SEO/BirdLife, WWF y Ecologistas en Acción ejercen la acusación popular en este proceso, destacando que "la imposición de esta fianza es importante en cuanto que reconocen el valor del daño producido por el uso ilegal de cebos envenenados y demuestra que colocar cebos envenenados en el medio natural tiene consecuencias económicas y legales para los autores."

La presencia en los tribunales, realizado en el marco del proyecto Life+ Veneno, ha permitido a estas organizaciones trasladar a los órganos judiciales y a la sociedad "la gravedad de esta amenaza contra la biodiversidad" y apoyar el trabajo de investigación realizado por los agentes de medio ambiente de Castilla-La Mancha y el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Siempre según SEO/Birdlife, entre agosto y septiembre de 2011 fueron localizados en el coto privado de Casa Nueva, en el término municipal de Gerindote, al menos 55 ejemplares de animales envenenados, entre los que se encontraban 23 milanos negros, cinco aguiluchos laguneros, seis milanos reales y un águila imperial ibérica, estas dos últimas especies catalogadas como en peligro de extinción. Los análisis posteriores de los animales confirmaron su muerte por efecto de dos potentes insecticidas que habían sido utilizados para la elaboración de los cebos.

Las labores de investigación de la Unidad de Investigación de Venenos (Unive) del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha y el Seprona permitieron localizar los animales envenenados y determinar la imputación del titular y los dos guardas como posibles autores de los hechos.