Un joven amante del 'slackline' ha dado un paso más allá en sus peligrosas hazañas y ha cruzado los Alpes franceses a más de 300 metros de altura.

Los aventureros han colocado una enorme cinta de 800 metros de longitud y sobre ella han ido caminando hasta la meta, sin ninguna sujeción que les proteja.

El 'slackline' surgió en el Valle de Yosemite, Estados Unidos, en los años 80 cuando los escaladores Adam Grosowky y Jeff Ellington comenzaron a caminar sobre cuerdas flojas. Desde entonces son muchos los que se han atrevido a desafiar la gravedad y las alturas.