Marabunta de vecinos huyendo de una descomunal bola de poliespan. Es la diversion del 'Boloencierro' de Mataelpino, hasta que a veces sale muy mal. Un joven permanece ingresado en la UCI con traumatismo craneoencéfalico.

La enorme bola bajó veloz hasta la entrada a la plaza, donde está parado el corredor, y le alcanza. Dos corredores relatan lo sucedido: "Le ha reventado la cara, tío. Le ha pillado".

Está prohibido el quedarse parado. "Cuando la bola se vaya acercando a nosotros, tenemos que salir del recorrido. Si la bola nos sorprende y no nos ha dado tiempo a esquivarla, tirarnos siempre al suelo", advierte el alcalde, Javier de los Nietos

Es el mismo punto peligroso donde en 2017 ocurrió que el gigante rebotaba a un lado y salió disparado directamente a la cabeza de un corredor. Unos 250 kilos a 30 kilómetros por hora, que terminan con final de ingreso y gestos de 'tela marinera'.

Los vecinos están avisados de los riesgos con vías de escape durante los 500 metros de recorrido y carteles. "Hicimos hace 15 días un simulacro de seguridad", explica Carlos Fernández, el presidente de la asociación del bolo encierro. Advierte que no hay que olvidar "la peligrosidad de algunos de los tramos".

Ahora, se plantean hacer obligatorio el uso de un casco. El problema es que a pesar de los avisos, parece que tres heridos graves en ocho años, no les quitan las ganas .