Algunas asociaciones han denunciado irregularidades en la celebración del Toro de Júbilo de Medinaceli este 2022. Tras dos años sin el evento, la localidad soriana volvió a acoger multitudes para ver el espectáculo taurino en su Plaza Mayor. Sin embargo, en esa ocasión el animal acabó falleciendo.

El animal salió mugiendo aturdido y con la boca ensangrentada a la Plaza Mayor de la localidad, convertida en una plaza de toros. El Toro de Júbilo se celebra desde el siglo XVI y, como marca la tradición, los miembros de la asociación atan al toro al palo de madera y le embolan.

Los mozos tiran de él hasta que consigue salir del palo en el que está encajado. El animal, estresado, intenta deshacerse de las bolas de fuego agitando fuertemente la cabeza. Sus embestidas son cortas y al toro se le ve exhausto. Lejos de acabar, las llamas hay momentos que superan el metro de altura: 12 minutos de agonía hasta que consigue expulsar el fuego de sus cuernos.

Cumplida la tradición, los mozos intentan que el toro salga de la plaza. Sacan un cabestro para que le guie, pero sin éxito. El periplo continúa. Al toro se enreda en la pata uno de los alambres que llevaba en los cuernos. Le cuesta caminar y cuando tratan de llevárselo, cae desplomado y acaba muriendo. Los organizadores aseguran que fue un accidente, que el acto se desarrolló sin incidentes y que el animal no falleció por el rito en sí, sino por la fuerte embestida que le dio el manso al tratar de llevárselo.

Sin embargo, las asociaciones animalistas denuncian la brutalidad de la celebración. Pacma estudia adoptar medidas legales contra la organización del evento del Toro de Júbilo de Medinaceli, en Soria, por realizar "un espectáculo esperpéntico colmado de irregularidades" y el "más bochornoso de la historia". "En las imágenes captadas se aprecia cómo el animal salió del cajón con la boca ensangrentada y cayó desplomado a los pocos minutos".

La formación ha señalado que "es falso que se haya desarrollado sin incidentes": "En las imágenes captadas se aprecia cómo el animal salió del cajón con la boca ensangrentada y cayó desplomado a los pocos minutos".

"Desde el principio, todo fue mal", ha asegurado Pacma, que ha documentado el comienzo y transcurso de la fiesta hasta que, una vez tumbado el toro en el suelo, la Guardia Civil comenzó "a echar a las cámaras". Asimismo, ha recalcado que el animal "salió del cajón con la boca ensangrentada y la lengua por fuera, y tardaron más de 12 minutos en amarrarlo al pilón y embolarlo, y que tardó otros doce minutos en deshacerse de las bolas".

No obstante, el partido animalista ha destacado que no ha podido certificar si el animal ha fallecido "posiblemente de un infarto" porque no se les ha permitido estar presentes. Por esta razón, procederán a valorar medidas legales, en tanto en cuanto "es realmente impresionante que aún se permita celebrar algo así en España".