Lo rodean unos 30 compañeros. Móvil en mano, algunos lo graban mientras él obedece sus órdenes. Acaba tumbado boca abajo sobre un arroyo. La completa humillación llega cuando lo usan como puente humano y una chica le pisa la espalda para cruzar sin mojarse. Otros, desde la orilla, le tiran piedras mientras se ríen y le insultan.

"No hay compasión...Caminar sobre un niño que tiene una discapacidad", se lamenta la madre del menor. Brett Corbett tiene 14 años y sufre parálisis cerebral. "Querían ver cómo reaccionaba y echarse unas risas mientras estaba en el agua", explica el joven.

Sólo tras hacerse viral el vídeo han llegado las disculpas. De momento la de un padre de uno de los agresores. Dice estar avergonzado. "Quiero decir que lo siento por Brett y su familia".

Dando una auténtica lección, Brett sí ha perdonado. Sin perder la sonrisa, ha abrazado a uno de sus agresores. La madre ya ha dicho que denunciará al colegio si no toma medidas para atajar un acoso que denuncia es habitual.