La huelga de médicos de Atención Primaria y pediatras enfila una semana más sin visos de acuerdo con la Comunidad de Madrid. El comité de huelga y la Consejería de Sanidad han vuelto a reunirse este lunes, sin presencia del titular de la cartera, Enrique Ruiz Escudero, un encuentro en el que tampoco han logrado consensuar una solución para desencallar el conflicto.

Desde el sindicato médico AMYTS afirman haber hecho un esfuerzo para desatascar la situación rebajando sus "líneas rojas", que, no obstante, atribuyen a los incumplimientos por parte de la Consejería de lo acordado tras la huelga de 2020.

Sin embargo, acusan al departamento de Escudero de solo querer hablar de su propuesta, que no incluye presupuesto adicional, mientras que los sanitarios ven "necesario un esfuerzo de la Administración para frenar la sangría de médicos de Familia y pediatras que abandonan la Atención Primaria y para que se queden los residentes" que concluyen la residencia en mayo.

En este sentido, la secretaria general de AMYTS, Ángela Hernández, ha criticado la "insistencia" por parte de la Consejería "en la gestión de la miseria de la Atención Primaria". "No ha habido negociación a lo largo de todas estas reuniones", ha afeado, señalando que desde la Consejería "siempre se han negado a un posicionamiento presupuestario" que los profesionales consideran "absolutamente necesario".

Escudero, por su parte, rechaza acudir personalmente a la mesa de negociación y acusa al sindicato de "no querer alcanzar un acuerdo". "El sindicato se ha descolgado con nuevas peticiones con una clara voluntad de no alcanzar un acuerdo", ha asegurado en declaraciones a la prensa este lunes, acusando a AMYTS de llegar a la reunión "con nuevas reivindicaciones" y la "voluntad de no querer alcanzar un acuerdo".

La reunión de este lunes -la undécima desde el pasado mes de noviembre- llega, en cualquier caso, tras la masiva manifestación celebrada este domingo en defensa de la sanidad pública, una convocatoria que llevó a miles de personas -250.000 según la Delegación del Gobierno y un millón, según los organizadores- a las calles de la capital y que desde el Ejecutivo autonómico insisten en calificar de "política".

Así lo ha hecho este lunes la propia presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha defendido que la multitudinaria movilización -que ha calificado de "manifestación política"- "lo único que demuestra es la frustración de la izquierda". "La sanidad publica de Madrid no está mal", ha asegurado.