El mensaje de la madre de Asad:
"Asad, mi hijo mayor, mi todo. Era mi mayor fuerza y apoyo. No era un niño normal, era muy brillante para su edad, él era sensible, cariñoso y un niño muy animado.
El miércoles 28 de de septiembre de 2016, mi hijo murió. No murió de una enfermedad a largo plazo o un accidente, pero su vida se acabó. Sólo dios sabe lo que estaba pasando cuando tomó la decisión de poner fin a su vida.
El dolor de perder a un hijo no se puede describir. Yo encontré su cuerpo, soñaba con que comenzara a respirar, y miraba a los médicos con la esperanza de que iban a salvarlo, pero su tiempo había terminado.
Después me dijeron que mi hijo estaba siendo víctima de acoso escolar. Las preguntas que giran en mi cabeza son: '¿Qué debe haber pasado por su cabeza durante sus últimas horas?', '¿Qué le pasó a él para que tomara una medida tan drástica?', '¿Por qué alguien le quería acosar si era inofensivo?'.
Asad no salía de casa sin que le abrazara y besándome. Su amor por sus padres estaba más allá de la explicación.
Cuando estoy a solas con sus recuerdos no puedo evitar llorar. Ya no soy capaz de entrar en mi propia casa, en el cuarto donde todo sucedió. Recuerdos de Asad resuenan en cada rincón de la casa. Se ha ido y tengo que aceptarlo.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para mencionar que no hay vídeos de mi hijo siendo acosado, ni tampoco me informaron de que fuera víctima de bullying. Es ahora cuando una serie de amigos de su colegio han mencionado que sufrió bullying.
Aprovecho para pedir a todos a ponerse de pie en contra del acoso escolar, ningún niño merece ser maltratado. Es un problema grave y muchos son víctima de él. Hoy ha sido mi hijo, mañana puede ser el tuyo.
Me gustaría dar las gracias a todas las personas que nos han apoyado durante estos momentos difíciles. Asad es una prueba de que existe el cuidado, la compasión, el amor y la simpatía en la sociedad.
El apoyo que estoy recibiendo de todo el mundo sin duda ha ayudado a mantenerme fuerte. Sí hay un inmenso dolor, pero también hay felicidad que mi hijo está en los jardines del Paraíso".
"Le habían lavado el cerebro"
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El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.