En el nuevo combate de verano enfrentamos a dos pesos pesados del turismo nacional. Nos vamos de camping o pasamos las vacaciones en un hotel. Los clientes del camping 'El Escorial' no cambian sus carabanas por una habitación. Al aire libre los campistas pueden preparar sus paellas y barbacoas, y soltar la tensión acumulada durante el año montando la tienda de campaña.

Tampoco se tienen que preocupar por lo que hacen los niños, y si el camping está lejos de la playa tampoco hay problema, uno se puede ir a la piscina. "El tiempo es lo que siempre falta", asegura un hombre. Tiempo también les falta a los que se hospedan en el hotel de Matalascañas, en Huelva. Las más de 60 millones de pernoctaciones que llevamos este año, nos muestran el gran tirón de este sector.

Sus clientes tienen claro lo que buscan, "no preocuparse de nada", relajarse con un libro o beber algo al lado de la playa es un placer que muchos buscan. Al final lo que importa, ya sea hotel o camping, es poder presumir de vacaciones.