La ausencia de aire acondicionado en algunos edificios públicos está provocando que algunas personas se enfrenten a situaciones realmente complicadas debido a las altas temperaturas que se están alcanzando este verano.
En el Hospital La Paz, un padre ha tenido que comprarle un ventilador a su hija, que está ingresada en la unidad de Quemados, debido a que no hay aire acondicionado. "Está en una situación médica complicada, con mucho vendaje", ha explicado Juan Calle, padre de la joven ingresada.
De esta forma, decidió comprar un ventilador como solución al calor que hacía en el interior de la habitación, donde podían llegar a alcanzar los 32 grados. "Está las 24 horas en marcha dirigido hacia ella", ha indicado.
En el Hospital Médico Quirúrgico de Jaén se vive una situación parecida. En las mesillas de las habitaciones de los pacientes se puede ver cómo hay ventiladores comprados por los propios familiares.
Una situación asfixiante a la que también se enfrentan en algunos centros de salud. "Tuvimos cuatro golpes de calor de cuatro pacientes", ha reconocido Ana Isabel Díaz, directora centro salud Rosa de Luxemburgo.
Por su parte, Isabel Poza, médico de familia del mismo centro, ha señalado que cuando se incorporó de las vacaciones al trabajo vio que su consulta estaba a 31 grados.
Tampoco se despegan de los medidores de temperatura ni de los ventiladores en un centro para personas sin hogar de Madrid. Denuncian que el aire acondicionado no funciona, así que no hay ni un solo lugar fresco en el que refugiarse.
La ola de calor también se siente en varias comisarías de Baleares. El Sindicato Unificado de Policía asegura que es insoportable trabajar en estas condiciones, algo que también denuncian los Mossos en Barcelona.
"Nos encontramos con comisarías que rozan los 34 grados. Nos han dado solución de cara al año que viene, este año lo damos por perdido", ha explicado Inma Viudes, portavoz del sindicato SAP-FEPOL.