El acto se ha celebrado a escasos metros del que fue campo de concentración. Es un evento que las organizaciones de memoria histórica de Galicia llevan organizando desde hace 12 años.

El homenaje ha comenzado con una visita por la isla donde se centran en los usos que se hicieron de la misma a partir de 1936 para luego dirigirse al acto central, el momento más emotivo donde se comparten testimonios personales y también de antepasados relatados por sus familiares.

Este año se han centrado en la Educación: piden que se incluya en el currículum escolar la enseñanza de los crímenes fascistas porque consideran que es la única forma de conservar la memoria a través de los jóvenes. Quieren, además, que la isla no solo sea un espacio de festividad sino también de memoria.

Es un acto que cada año atrae a más personas y que tiene las plazas limitadas ya que se necesita un catamarán que tiene que recoger a los participantes al puerto. De hecho, la organización ha tenido que rechazar 100 solicitudes.