El hombre, un abogado de 38 años y de origen ucraniano, obligó a otro hombre de 32 a practicarle sexo oral en el festival de Oktoberfest en Múnich, Alemania. El suceso fue descubierto por un grupo de españoles que estaba en el mismo evento: "Al principio pensamos que era un robo. Pero luego hicieron movimientos que nos sorprendió".

El acusado que fue inmediatamente detenido, aseguró ante el juez que se declaraba culpable pero que no podía recordar nada de lo ocurrido porque "había bebido al menos seis litros de cerveza", según el diario 'Metro'.

Lo más sorprendente de esta historia es que el detenido también le aseguró a la corte que no era homosexual y que si no hubiera ido borracho "nunca lo habría hecho". Según la defensa, la víctima, que no ha acudido al juicio, está completamente avergonzado por lo ocurrido.

Finalmente, la justicia alemana ha decidido imponerle al acusado una sentencia de dos años de prisión, aunque al no superar el mínimo establecido para entrar en la cárcel no se efectuará su ingreso.