Josh Halder, un joven estadounidense de 28 años, ha sufrido un grave derrame cerebral tras crujirse el cuello. El joven ha asegurado que estaba estirando el cuello y escuchó un crujido, tras ello empezó a encontrarse mal.

"Todo mi lado izquierdo empezó a entumecerse, me levanté e intenté sacar una bolsa de hielo de la nevera y recuerdo que no podía caminar derecho", ha asegurado Josh Halder.

Halder tuvo que recibir atención médica inmediata, ya que se había roto una vértebra y había sufrido un derrame cerebral. El doctor Vance McCollom del Mercy Hospital ha declarado ante la televisión local de Oklahoma 'Koco' que estirar el cuello coloca las arterias vertebrales en una delicada posición que pueden provocar graves lesiones, aunque el riesgo "es pequeño", por lo general.

Imagen de la arteria dañada tras estirar el cuello

El derrame cerebral le produjo incapacidad para andar durante varios días, además de una lesión en un nervio ocular. Ahora, a pesar de que está recuperado, Josh Halder ha asegurado al 'Koco' que su vida ha cambiado: "No puedo sacar a mi bebé de la cuna, ni darle leche a la mitad de la noche".