La terrible historia de Tim MacGrath comenzó en 2014 cuando notó un gran dolor en su mandíbula. Tras varias pruebas médicas descubrieron que Tim tenía un tumor pero sin embargo rechazó la intervención quirúrgica.

Poco a poco el tumor de Tim fue agravándose: "A finales de mayo de 2015, el tumor se duplicó y me tuvieron que hacer una traqueotomía para respirar y un tubo de alimentación para poder comer porque el tumor había invadido el espacio en mi boca".

En octubre de ese mismo año la enfermedad de Tim llegó al punto más peligroso. El hombre tuvo que someterse a una complicada operación en la que perdió los músculos de la cara, un ojo e incluso el oído izquierdo: "Cuando me desperté estaba en completo Shock, era difícil encontrar la fuerza para seguir adelante".

Tras dos años con el rostro perdido y numerosos intentos fallidos de reconstrucción un cirujano aceptó el reto para recuperar la cara de Tim. El doctor le ha realizado más de 20 intervenciones que han consistido en reconstruir el trozo de cara afectado con piel de la pierna y el antebrazo. Tras un año de operaciones Tim espera que baje el hinchazón de su cara y poder volver a realizar su vida habitual.

"Actualmente no puedo beber líquido, comer a través de mi boca, o pronunciar ciertas palabras, sin embargo mi calidad de vida ha mejorado considerablemente", cuenta Tim en unas declaraciones recogidas por 'Metro'. Asegura que todavía hay personas que se quedan mirándole, especialmente los niños, porque no entienden lo que le pasa.

"He pasado por algo horrible, mi viaje ha sido largo y casi inconcebible para la mayoría, pero tengo un grupo de apoyo increíble a mi alrededor y cada día saco fuerza de ellos". Mientras recupera fuerzas, el doctor ya prepara las intervenciones para finales de 2017 cuando intentará que Tim recupere la capacidad de comer y beber.