Ryan Lawrence es un hombre de 24 años de Siracusa, Nueva York (EEUU), que ha reconocido haber matado a su hija Maddox, de 21 meses, en febrero de este año. El fiscal del distrito de Onondaga cree que podría estar celoso de la atención que recibía la niña, que acababa de superar un cáncer.

Según el diario 'Syracuse.com' e 'Independent', el padre mató a la niña golpeándola con un bate de madera en la cabeza y quemó su pequeño cuerpo durante horas antes de arrojarlo a un arroyo. La pequeña había superado un cáncer de ojo que le fue diagnosticado antes de que cumpliera el primer mes de vida. Las alarmas saltaron cuando tanto ella como su progenitor desaparecieron el pasado 20 de febrero. Su cuerpo fue hallado 36 horas después.

William Fitzpatrick, el fiscal del distrito de Onondaga, ha sugerido que Lawrence estaba celoso de la atención que recibía la pequeña después de superar la dura enfermedad, pero desconoce si ésto pudo influir en lo sucedido. Ryan Lawrence se enfrenta a una condena de entre 25 años de prisión y cadena perpetua. La madre de la niña, Morgan Lawrence, no estuvo implicada en el asesinato.