Erin Clarck es una joven que, como muchos estudiantes, tenía que dejar su casa para poder hacer un curso de formación. Según el diario 'Metro', la chica quería realizar un curso de estudios políticos en París por lo que comenzó a buscar ofertas de viviendas.
Entre las distintas ofertas que Erin Clarck recibió, una de ellas llamaba mucho la atención: "Es un gran estudio con dos camas, cocina, aseos, un gran armario y un balcón, es un gran estudio pero para compartir, pero hay dos camas".
Hasta ahí todo parecía normal, pero el dueño le dijo a Clarck que él también viviría en la casa y comenzó a explicarle algunos detalles: "Te voy a explicar las condiciones, yo soy sumiso y fetichista, así que sería gratis en término de dinero, pero te pido dos servicios, dejarme que te chupe a veces los pies y luego, yo llevo un brazalete de castigo, por lo que tu tendrías que llevar la llave en un brazalete. Yo no estoy buscando sexo, yo tengo el brazalete".
Tras la impactante conversación, la joven, que le había dicho en un primer momento a su madre que ya tenía casa para París, subió capturas de pantallas de la conversación con el dueño del piso a las redes sociales para denunciar su situación.
Otro gasto más
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