Un hombre de 36 años que nació sin testículos ha recibido uno donado por su hermano gemelo a través de una complicada operación que se ha realizado por segunda vez en el mundo. Gracias a la operación podrá tener hijos.

La intervención, que se realizó en una clínica de Belgrado, duró un total de seis horas y era la primera vez que se hacia en Serbia y la segunda a nivel mundial.

Como el trasplante se ha hecho por parte de un gemelo idéntico, el paciente no tiene que ser sometido a terapia imunosupresora necesaria para evitar el rechazo. A los pocos días de la operación el cuerpo del hombre ha empezado a producir testosterona por sí mismo.

"El órgano es vital y ha empezado a funcionar. Se ha establecido un funcionamiento correcto de los vasos sanguíneos", ha explicado a los medios el doctor Miroslav Djordjevic, que participó en el trasplante. Posibles candidatos para un trasplante de estas características podrían ser personas nacidas sin testículos o que los perdieron por lesión o cáncer, pero los expertos no esperan que tales operaciones se conviertan en rutina. "Entre los médicos existen dilemas de si esas operaciones deben efectuarse de forma rutinaria", indicó Djordjevic.

"Después de esta operación se plantea una cuestión ética: ¿De quién es el hijo concebido después del trasplante? Además, en casos en que no se trate de gemelos idénticos(...), el trasplante supondría la necesidad de terapia con inmunosupresores de por vida, y eso podría poner el peligro la vida del paciente", señaló.