Fue la madre de los niños la que alertó a la Policía de que llevaba desde el día anterior sin poder contactar con sus hijos, según fuentes policiales. Ese mismo día, la escuela había llamado a la madre para informarle de que los menores no habían asistido a clase. Fue entonces cuando la madre se presentó en casa del padre, del que estaba separada.
Sin embargo, nadie le abrió la puerta. Por este motivo, la mujer llamó a la Policía que se personó en casa del padre y encontró los tres cadáveres, el del hombre y los dos menores de 13 y 15 años. Los niños habían fallecido por heridas de bala en sus respectivas habitaciones, según publica el portal de noticias 'IndyStar'.
Ahora la Policía investiga el suceso como un asesinato a tiros de los niños y un posterior suicido del hombre. Los padres se habían divorciado en noviembre de 2017 y tenían la custodia compartida de los hijos.