Un hombre de 37 años ha sido condenado a 11 años de prisión tras ser acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja cuando la menor tenía 12 años. Los padres de la niña solicitaban 13 años de privación de libertad y su defensa pedía la absolución del supuesto agresor.

El hombre, que ha sido condenado además a pagar una indemnización de 10.575 euros por daños morales, habría aprovechado que la madre de la menor no estaba en casa para despertar a la pequeña, haciéndole un masaje en la espalda mientras le tocaba los genitales.

Una de las pruebas determinantes ha sido el hallazgo de ADN del acusado en la vagina de la niña, algo que el agresor ha defendido alegando que "era porque le había doblado ropa interior" y sus restos biológicos se habían adherido al textil.

Las muestras fueron analizadas después de que la niña acudiera al médico al confesar a su padre que la pareja de su madre le había "metido mano".