El diario local de Chengdu, en China, ha afirmado que Huang Fuping, el hombre del matadero, vendía la carne a 2.70 euros el kilo.

Las autoridades cerraron el matadero ilegal tras recibir un aviso de unos voluntarios de un centro de rescate.

Cuando las autoridades se desplazaron al almacén, encontraron una escena terrorífica: animales decapitados y dos toneladas de carne de gatos. Además rescataron 49 gatos vivos de las jaulas.

El centro de Rescate Animal Aizhijia Chengdu explicó: "Después de recibir la información, los departamentos pertinentes se unieron para hacer cumplir la ley en el matadero, éste llevaba funcionando durante 30 años".

Un activista comentó que el propietario del matadero había vendido unas 13 toneladas de carne de gato justo el día anterior a la redada.