Marc Ching viajó hasta China con el propósito de rescatar a cien perros que iban a ser destinados al comercio de carne de China. En 2011, Marc creó la Fundación de Esperanza y Bienestar Animal con el objetivo de ayudar a los animales descuidados y maltratados a encontrar hogares amorosos para que pudieran tener una segunda oportunidad. Animal Hope and Wellness es una organización sin fines de lucro cuya misión es salvar a tantos animales como sea posible, independientemente de los riesgos.
Ya en 2015, Marc Ching se enteró del Festival 'Yulin Dog Meat', que se celebra todos los años en una pequeña ciudad de la República Popular China. Este descubrimiento cambió radicalmente a Marc y a su fundación. "El abuso y la inhumanidad es tan brutal que no se compara con nada aquí en Estados Unidos", dijo sobre el festival Yulin. Después de viajar a China y ver la crueldad de primera mano, Marc decidió que no podía dejar a estos animales que no podían defenderse por sí mismos de las terribles torturas a las que estaban siendo sometidos.
Desde entonces, Marc ha vuelto a Asia seis veces, y ya está preparando el séptimo viaje.Así, se hizo pasar por un rico empresario estadounidense que buscaba carne de perro, para que le dieran perros vivos como "muestras". Una vez que tuvo a los perros asegurados, Marc y su equipo de contrabando volvieron a Estados Unidos, donde estos pobres animales pudieron obtener la atención médica y el amor que necesitan.
Al parecer, algunas culturas todavía creen en el mito de que la adrenalina hace que la carne de perro sepa mejor y tenga beneficios para la salud. Sin embargo, estas afirmaciones son absolutamente falsas y promueven un proceso basado en la tortura para matar a estas pobres criaturas. "Este comercio se basa en la creencia de que la tortura y el abuso del animal hace que el sabor la carne mejor", dijo Ching en lo que respecta a la industria de la carne de perro.
La Sociedad Humanitaria Internacional estima que casi un millón de perros son brutalmente asesinados por su piel o carne cada año en China. Afortunadamente, otros grupos de activistas de animales y celebridades también han tomado cartas en el asunto con la esperanza de ver en un futuro donde los animales no sean torturados por dinero.