La policía estaba de servicio junto a otro compañero cuando recibieron un aviso. "Al intentar ayudarle cogiéndole del brazo atrapó mi mano con fuerza, me mordió y empecé a ver mucha sangre sobre él", afirmó Danielle según el diario 'Metro'.
Ferre provocó a la oficial cicatrices de por vida. "No fue hasta que llegué al hospital cuando vi una cicatriz de seis centímetros por tres". "Este hecho tuvo un gran impacto en mí y en mi familia. Empiezas a preguntarte si estás dispuesto a asumir el riesgo al que estás expuesto en este trabajo", comentó Danielle.
Ferre se declaró culpable en el Tribunal de Portsmouth, Inglaterra y fue condenado a prisión durante dos años y cuatro meses.