El pequeño Kaiden Jake Shattock nació prematuro y con una enfermedad rara por la cual no tenía piel en todo el cuerpo salvo en la cara, según ha recogido el 'Daily Mail'. Su madre, una joven de 19 años de Warwickshire, Inglaterra, confesó que nada más verlo por primera vez pensó que era un "trozo de carne cruda".
Desde el primer momento, el niño tuvo que luchar contra el herpes congénito, la sepsis o la bronquilitis debido a su delicado estado de salud. Además, las enfermeras del hospital apenas podían tocarlo ya que lloraba de dolor.
"Los médicos nos dijeron dos veces que probablemente él no sobreviviría, pero decidimos que haríamos todo lo posible para ayudarlo", explica su madre. No obstante, pese este mal pronóstico de vida Kaiden ya ha cumplido seis meses y ha salido del hospital.
Además, sus padres aseguran que está mucho mejor con el tratamiento y que tienen esperanza.
Hace un mes tuvo que someterse a un injerto de piel y en el próximo año tendrá que pasar por el quirófano hasta en cuatro ocasiones más para conseguir mantenerse con vida.
El caso de Kaiden es prácticamente insólito en todo el mundo. Según los expertos, una complicación renal llamada hidrofrenosis durante el embarazo fue la que provocó esta anomalía.