Al menos dos cazadores furtivos de rinocerontes morían hace varios días devorados por leones en la reserva de Sibuya, en el sureste de Sudáfrica, una noticia que muchos achacaron al "karma" en redes, censurando así las matanzas de animales que se realizan en el país. Tras la noticia, el periodista Xavier Aldekoa ha reflexionado en Twitter sobre lo que esconden las mafias de la caza furtiva, donde los "currelas", es decir, las víctimas, son los que trabajan para los verdaderos amos de las organizaciones.