Es el estremecedor relato que el hijo de diez años de Luis Lorenzo dio a los agentes de la Guardia Civil.El actor está acusado junto a su mujer Arancha Palomino de asesinar a la tía de esta -María Isabel Asunción- para cobrar la herencia.
laSexta ha accedido al atestado policial donde se plasman las palabras del menor, que dibuja un escenario de terror para la anciana dentro de casa de la pareja en Madrid. Tanto es así que señala que ambos llegaron a afirmar "a ver si se muere de una vez".
"Creo que lo de 'a ver si se muere ya' lo dijeron los dos. Y luego mi padre dijo que 'ya podemos comprarnos la casa', porque querían compararse una casa. Y claro no tenían el dinero suficiente, entonces, ellos, si se quedaban con todo el dinero que tenía ella, claro que podrían, entonces solo querían que se muriera para tener el dinero", apunta el hijo del actor.
El dinero -narra- era el eje central de las discusiones de la pareja, tanto que impedía el sueño de los demás componentes de la casa: "Se pasan la noche gritando también entre ellos por el dinero. Se pelean por el dinero diciendo: 'es que yo quiero compararme una casa, a ver si esta señora se muere de una vez porque no sé qué'".
Una actitud de Arancha que, según apunta el hijo de Lorenzo, cambió totalmente tras la muerte de Isabel. "Luego decía que la quería muchísimo y decía 'que no me deje' y se ponía a llorar por ella. Luego cuando lo único que quieren de ella es su dinero, o sea, unas cosas...", dijo el menor mostrando cara de incredulidad.
Obligaban a Isabel a dormir en una cama de niño
El menor aseguró a la Guardia Civil que tanto su padre como Arancha "estaban todo el rato gritando a Isabel porque no se podía dormir. El motivo era porque "dormía en la cama de su hermano pequeño": "Dormía con las piernas fuera de la cama porque no cabía. Se podía poner mal de la espalda".
Además, señala que Isabel era despertada a las siete de la mañana entre gritos: "¡Venga! Prepárate rápido, no sé qué, porque nos vamos a tener que ir". Dice el menor que "la trataban muy mal": "No se por qué la despertaban tan rápido, porque la pobre se iba durmiendo por las esquinas".
De hecho, esos despertares eran molestos para los vecinos, que les llegaron a "llamar la atención". "Les decían que no podían gritar a esas horas de la mañana. Creo que lo grabaron una vez o algo así", dice el hijo del actor.
"Le daban muy poco de comer"
El hijo del actor asegura que la pareja "le daba muy poco de comer" a la tía Isabel: "Lo poco que le daban, no sé por qué no le gustaba, algo decía que no le gustaba".
Es más, niño señala que "no le dejaban hacer nada" y que sus "temblores" hacían que casi no pudiera moverse. De hecho, él mismo se ofreció para darle de comer o ducharla y la pareja se negó en rotundo: "Ella es mayorcita para hacerlo".
"¿Pero papá, no te das cuenta de que esta señora no puede comer porque está mal? No se puede mover, tiene temblores", le dijo el menor a Luis Lorenzo, a lo que éste respondió tajante: "Que no, que ya verás como puede comer".
El niño explica que "se quedaba ahí la comida hasta el día siguiente y se pudría": "Se quedaba mala la comida y la tenía que tirar porque no podía comerla".
"Le dieron de comer y al día siguiente ya no estaba"
El hijo del actor asegura que, a pesar de que nunca ayudaban a la tía Isabel a comer, sí hubo un día en el que lo hicieron: el día previo a su muerte. "Una vez le dieron de comer, comió y luego como te dije, al día siguiente ya había desaparecido, ya no estaba", apunta.
"Me vino y me dijeron que ya no estaba, que había muerto", explica el menor, que preguntó por qué causa, algo a lo que no supieron responder: "No sé es que de repente nos la encontramos".
"Me están tratando muy mal"
El niño señala que la propia Isabel le confesó que "ser quería ir": "Me dijo a mí en secreto que eran unos desgraciados y que no lo iba a pasar bien con esta gente. Isabel habló claro: "Me están tratando muy mal".
"No la dejaban ir al baño de casa"
El hijo de Luis Lorenzo también explicó a la Guardia Civil que su padre y Arancha no dejaban a la tía Isabel "ir al baño de casa" y que "la bajaban al garaje". ¿La causa? La "comida horrible" que había en ese hogar: "Ahí solo comemos macarrones, solo, es la única comida que hay ahí. Entonces la bajaban al garaje porque tenía diarrea y solo la dejaban ir al baño ahí".
"Mi padre y Arancha no la dejaban entrar a ninguno de los dos baños porque luego dejaba un olor horrible", señala el menor, que revela lo que le decían a la anciana "gritándole": "Isabel es que siempre que vas al baño, dejas un olor horrible, o sea, tienes que ir al del garaje porque dejas un olor horrible. Todo lo que haces es un desastre".
Luis Lorenzo y Arancha le pedían a sus hijos que "pegaran" a la tía Isabel
El nivel de hostilidad era tan alto hacia la tía Isabel que, según el relato de del niño, la pareja pedía a sus hijos -un hijo de Arancha y otro hijo de Luis Lorenzo- que "pegaran" a la anciana.
"Arancha y mi padre le decían (a sus hijos) que pegaran a la ab... a su abuela, que es su abuela, vamos. Ellos cogían una almohada y se ponían a pegarla, a pegarla, y claro, ella pues le sacaba de quicio", apunta el menor, que señala que llegó a interrumpir el maltrato: "Yo dije 'oye ya, que la estáis haciendo daño', pero seguían".
La pareja tampoco ayudaba a la anciana a vestirse, tarea que le era imposible realizar por sus "temblores". "Se le caía la ropa, no podía hacer nada. Como no la ayudan pues dicen que era un desastre. Y no es que sea un desastre, es que si no la ayudáis pues no va a poder hacerlo, no va a poder vestirse, no va a poder ducharse, pues comer ni nada", señala el menor.
Isabel, abandonada en un Vips: "¡No quiero estar sola!"
Arancha Palomino y Luis Lorenzo llegaron a abandonar a la tía Isabel en un Vips "todo el día" para marcharse al Parque Warner de Madrid con la familia. Según el menor, la pareja decía que no se la podían llevar porque "era muy lenta y que con tanto jaleo se iba a estresar". Señala que cuando dejaron a la anciana se marcharon oyendo sus palabras: "¡No quiero estar sola!".
"Cuando llegamos a por ella eran ya las 20:00 horas de la noche y la dejamos como a las 10:00 horas. La dejamos ahí en el Vips", revela el hijo del actor.
El hijo del actor asegura que los trabajadores del Vips, que socorrieron a la anciana, reprocharon a la pareja su actitud de abandono diciendo que "era una falta de educación": "Esta pobre señora no puede ni moverse y la hemos tenido que ayudar nosotros".
Unas palabras que hizo que tanto Luis como Arancha "se pusieran chulos". "Oye, no me van a tener ustedes que decir lo que hacer", dijeron antes de "darse media vuelta y largarse con Isabel.
"Nos fuimos a casa a cenar (...) y otra vez no pudo comer por la noche. Entonces se quedó toda la noche despierta diciendo '¡que tengo hambre! ¡que tengo hambre!'. No le hacían caso, estaban durmiendo", relata el menor.
La Guardia Civil encontró cadmio en casa de Luis Lorenzo
La Guardia Civil no encontró cadmio en la casa del actor Luis Lorenzo, aunque sí hallaron manganeso, uno de los químicos encontrados en alta concentración en el cuerpo de la anciana.
De acuerdo con el informe de la Benemérita, al que ha tenido acceso laSexta, las muestras recogidas en la vivienda del intérprete en Rivas-Vaciamadrid (pilas, botes de medicamento y pinturas) arrojaron presencia de sal, azúcar y bicarbonato, así como manganeso que en forma de "permanganato potásico en una cantidad de 10 g puede ser mortal en humanos".
Lorenzo tiene previsto solicitar a la jueza de Arganda del Rey que le investiga por el presunto homicidio de su tía política declarar de forma voluntaria después de que un informe de la Guardia Civil haya descartado la presencia de cadmio en la vivienda del matrimonio investigado.
El último paso de la magistrada fue imputar a la cuidadora que se encargó de la anciana los últimos meses previos al fallecimiento, que se produjo el 28 de junio de 2021 en la vivienda del matrimonio.
Según se desprende de la autopsia, habría fallecido por una "intoxicación aguada por metales pesados". La cantidad de cadmio -presente en pintura de óleo-, sería 200 veces superior al límite normal, mientras que la concentración de manganeso -presente en pilas y baterías- que se encontró en el cuerpo es veinte veces superior a la habitual.