Uno, dos, tres y cuatro toros se han escapado escapan en menos de una semana. El caso más grave, el de Vidreres, Girona, que se coló en el tendido y dejó 19 heridos.

En Caparroso, Navarra, el salto del toro dejó solo un herido, pero horas de persecución por el río. En Ataquines, Valladolid, se salió la manada entera.

La mayor parte de estas fugas se producen porque no se cumple un requisito mínimo de seguridad: unas medidas máximas entre tablones para que el animal no se cuele.

Es lo que pasó en Morata de Tajuña, Madrid, cuando la vaquilla se escurrió por un hueco demasiado grande.

La seguridad en las plazas portátiles, esencial

Otro problema está en las plazas portátiles, con burladeros demasiado bajos. Manuel Martínez trabaja certificando estas instalaciones. Según él, se ahorrarían accidentes si toda España usara la normativa de la Comunidad Valenciana.

"La barrera es de dos metros de altura y tiene una barandilla de un metro, el toro tendría que saltar tres metros para llegar al tendido y eso es imposible", explica Martínez.

Este verano, sólo en la Comunidad Valenciana han muerto cinco personas, la cifra más alta desde 2015.