Su trabajo como periodista en una televisión de Nicaragua le obligó a huir de su país. Edgardo temió por su vida y cuenta que "genera temor salir después del programa de televisión, salir al a calle e ir hacia casa, que te sigan vehículos, personas encapuchadas o vehículos sin matrícula", cuenta.

Nos muestra algunas de sus intervenciones. Su discurso crítico contra el Gobierno de Daniel Ortega, afirma, ha tenido consecuencias. "Nos pone en un riesgo enorme cuando cuestionamos lo que sucede desde el poder. Y cuando no existe un Estado de Derecho que pueda frenar esos abusos, los periodistas somos los primeros que estamos en la línea de fuego", asegura.

Es la situación que viven a diario periodistas por todo el mundo que intentan contar lo que sucede. Sin embargo, esa búsqueda de la verdad tiene, a veces, graves consecuencias.

"La consecuencia es que este año ha habido 80 periodistas asesinados. Es estremecedor que haya aumentado el número de muertos y que en diez años llevemos 700 periodistas asesinados", lamenta Alfonso Armada, presidente de Reporteros Sin Fronteras.

Afganistán y Siria son los países más peligrosos para los periodistas, seguidos por México, Yemen, India y, este año, Estados Unidos, donde seis profesionales murieron en un atentado contra un periódico. Además, 348 han sido detenidos y otros 60 secuestrados en todo el mundo.

Casos como el del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi evidencian el entorno cada vez más hostil frente a la prensa en ciertos países.

"Que un presidente de EEUU como Donald Trump esté diciendo que los periodistas son enemigos del pueblo, crean una sociedad propicia para que descerebrados o fanáticos hagan este tipo de actos", afirma Alfonso Armada. Precisamente él, no se ha cortado en censurar de forma directa a periodistas profesionales.

Sin libertad de prensa, dicen desde Reporteros Sin Fronteras, las democracias están vendidas.