"Pura adrenalina", así lo definen quienes año tras año participan en la 'carretillà'. "Cuando estas ahí dentro sentir el fuego alrededor tuya es una emoción fuerte, algo inexplicable que solo sabemos los que estamos ahí", ha señalado un joven que participa en esta tradición.

Casi dos horas entre petardos voladores, que se queman y se mueven sin control dentro de una jaula. Un espectáculo que a la vez es muy peligroso. Por eso para evitar quemaduras hay que protegerse bien.

"Hay que ir bien precintado para que no te entre por ningún lado", "llevamos gafas protectoras, guantes", señalaban dos jóvenes. Hay quien repite año tras año. "Desde los tres años estoy dando carretillà", ha apuntado otro joven. Y también hay novatos, con algo de miedo en el antes y felices en el después.

En esa noche, la 'Nit de l'Albà', el cielo de Elche también se ilumina de forma mágica gracias a 2000 kilos de pólvora. "Durante una hora te metes dentro de la pólvora, del ruido y de las emociones y colores", afirmaba uno de los participantes en esta fiesta.

Durante 45 minutos se lanzan 64.000 cohetes desde 16 puntos de la ciudad, en un espectáculo pirotécnico único en el mundo que culmina con la gran palmera de la virgen, de 250 metros de altura que ha dejado 43 heridos.