El hombre, del que se desconocen sus datos, tenía 47 años y, tal y como han explicado desde Cáritas Diocesana, "no era un habitual" de los servicios que presta esta entidad.

Desde 2010, no había vuelto a utilizar ninguna de las prestaciones de Cáritas, si bien, con anterioridad y de forma esporádica, utilizó algunos de sus servicios como el albergue o el comedor.