Los restos de un hombre de avanzada edad encontrados en un sarcófago en Verona (Italia) podrían pertenecer a un gran maestre de la Orden de los Templarios nacido en Solsona (noroeste de España), dijeron científicos de la Universidad de Bolonia.

La principal hipótesis es que se trata de la tumba de Arnau de Torroja, noveno Gran Maestre de la Orden del Temple a finales del siglo XII y, de confirmarse, sería la primera vez que se identifica a un gran maestre templario.

El arqueólogo de la Universidad de Bolonia Giampero Bagni y el antropólogo Fiorenzo Facchini, explicaron cómo hallaron en 2016 un sarcófago con los restos de un hombre de edad avanzada cubierto con un sudario de seda, prueba de que se trataba de una persona preeminente.

Los investigadores italianos pretenden demostrar que los restos corresponden a Arnau de Torroja, quien habría acabado muerto y enterrado en Verona.

Las obras de restauración en la iglesia de San Fermo di Maggiore de la citada ciudad italiana permitieron descubrir tras una pared un sarcófago de piedra con la cruz de los templarios esculpida, según un comunicado del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español y la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.

De Arnau de Torroja, se sabe que viajó a Tierra Santa, donde negoció una tregua con Saladino e intentó mediar en las tensiones crecientes con el orden de los Hospitalarios; la muerte le sorprendió de vuelta del largo viaje, el 30 de septiembre de 1184, en Verona.

Los responsables del IBE sostienen que fue enterrado en la iglesia del Temple de San Vitale de esa ciudad. Al disolverse la Orden, la iglesia del Temple de San Vitale pasó a manos de los Caballeros de la Orden de Malta, que se clausuró en 1760 debido a los daños provocados por el desbordamiento del río Adige, y los objetos que albergaba fueron distribuidos por las iglesias cercanas.

Los científicos tomaron una muestra de un diente para realizar una prueba genética y se pudo confirmar que los restos correspondían a los de un hombre. Esa muestra se comparó con otras del Occidente mediterráneo y se encontró que era similar a las de habitantes del noreste de la actual España.

Para confirmar la identidad de los restos hallados en Verona será necesario compararlos con el de algún pariente y por ello se pretende analizar los de un hermano de aquel gran maestre, Guillem de Torroja, que está enterrado en la catedral de Tarragona.