La Policía Nacional de Ceuta ha localizado el cuerpo sin vida de un niño de ocho años cuya desaparición había sido denunciada unas horas antes en la Jefatura Superior de Policía, no habiéndose ofrecido más datos sobre el suceso.

Según han informado a EFE fuentes policiales, el hallazgo se ha producido sobre las 08:00 horas de esta mañana en el entorno de la barriada de Loma Colmenar, sin que se hayan especificado más aspectos a la espera de concretar la investigación.

Esta misma madrugada la familia del menor había presentado una denuncia en las dependencias policiales sobre la desaparición del menor. Al parecer, el pequeño de tan solo ocho años salió el domingo por la tarde a jugar un partido de fútbol con unos amigos a unos campos muy cercanos a sus viviendas.

Sin embargo, a las 19:00 de la tarde los padres empezaron a preocuparse porque el niño no había vuelto a casa. Fue entonces cuando empezaron a buscarle. A la 01:00 de la madrugada, desesperado, su padre fue a poner la denuncia de desaparición a la Policía Nacional.

Durante toda la noche se ha mantenido un fuerte dispositivo de búsqueda del pequeño. Su familia no se explica qué ha podido ocurrir y se aferran a la idea de que haya sido un desgraciado accidente. Pero según las primeras investigaciones, el menor ha aparecido con signos de violencia. "La Policía trabaja con la hipótesis de que murió a consecuencia de la obra de una tercera persona", informa Manuel Marlasca, jefe de investigación de laSexta.

Ahora, los agentes están a la búsqueda de dos cosas: un escenario en el que se pudo producir esa agresión que acabó con la muerte del niño y los vestigios suficientes para encontrar las pistas que lleven al autor. "Están haciendo una autopsia muy lenta y una inspección ocular con toda la calma del mundo para no errar", explica Manuel Marlasca.

El Colegio de Psicología de Ceuta está prestando apoyo psicológico a toda la familia, que se encuentra completamente destrozada.

La Policía científica lleva trabajando desde primera hora de la mañana y mantiene la zona acordonada para localizar pruebas que aclaren qué pudo ocurrir.