Según ha informado la Junta de Castilla y León, tras el aviso del agente medioambiental se han personado en el lugar del hallazgo el equipo del Seprona, más agentes medioambientales del Servicio Territorial de Medio Ambiente y un técnico de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.
En el lugar se ha comprobado que se trataba de una hembra adulta de oso pardo cantábrico muerta en un lazo de acero, similar a los empleados para capturar jabalíes de forma ilegal. Tras realizar las oportunas diligencias en el terreno se ha procedido a levantar los restos para su traslado al Hospital Veterinario de la Universidad de León, donde se practicará la necropsia.
El operativo de agentes medioambientales, celadores y Guardia Civil ha procedido, además, a inspeccionar la zona donde ha aparecido el cadáver, con el fin de localizar indicios que ayuden a encontrar al dueño de estas trampas ilegales. La utilización de trampas ilegales está tipificada como infracción administrativa o delito en función del daño ocasionado.