Así lo ha indicado el
abogado y presidente de SOS Bebés Robados, Enrique Vila, quien ha explicado que
el hermano de la pequeña, nacida en 1952, decidió exhumar su cadáver al dudar
que estuviera allí enterrada.
Al abrir el nicho
familiar, según Vila, no había "rastro alguno del bebé" y en la caja
solo había el cadáver modificado de un hombre que podría podía haber muerto
hace "setenta u ochenta años", según certificó el forense.
Según el registro civil
fue enterrada en ese cementerio tras fallecer a los dos meses de edad y en el
nicho están escritas sus iniciales, J.G, "como si fuese real que estuviese
allí", añade el abogado.
"Seguimos
preguntándonos dónde están los restos", ha indicado Enrique Vila, quien ha
añadido que alguien "se preocupó de fingir" la muerte de la pequeña
inscribiéndola en el registro civil y escribiendo sus iniciales en el nicho.
Ahora la familia estudia
la presentación de una denuncia ante fiscalía, ha indicado Vila, que añade que
también iniciarán su búsqueda.