Según han informado fuentes de la Guardia Civil, el hallazgo se hizo en la orilla portuguesa del río Miño, entre Arbo y Melgaço.

Aunque deberá confirmarse a través de las pruebas pertinentes, las mismas fuentes indican que todo apunta a que se trata del pescador portugués de 67 años que desapareció el 20 de abril en la zona y cuyo cuerpo se rastreó durante varias jornadas sin éxito.