Incertidumbre, nervios, presión, ansiedad... Son algunas de las sensaciones con las que tienen que lidiar los miles de estudiantes que se enfrentan a una prueba determinante para su futuro: la selectividad.En laSexta hemos recogido el testimonio de algunos de estos estudiantes a lo largo de diferentes puntos de la geografía nacional. Es el caso de Marta, granadina que quiere estudiar Medicina.

"Para nosotros es un examen muy importante porque nos estamos jugando nuestro futuro", dice la joven, quien además confiesa cómo en estas fechas ha perdido el apetito y no duerme "las horas suficientes". Los expertos consultados explican que estos comportamientos son consecuencias habituales ante estas situaciones de tanta incertidumbre.

A destacar, "agitación, alteraciones del sueño, de la alimentación", según ha explicado Maite Nieto, psicóloga general sanitaria en CENIT Psicólogos. No solo eso. "También pensamientos de carácter intrusivo, de tipo pesimista", ha apuntado Jaime Marcos, psicólogo de UPAD Psicología y Coaching. Ese es, precisamente, uno de los mayores miedos de Aïda, quien reconoce a laSexta su miedo a decepcionar a sus padres si no logra los objetivos que se ha marcado.

Pero los expertos recuerdan: no hay que confundir el miedo con el terror. "Es normal que tengamos miedo, pero que el miedo nos tenga a nosotros no es normal. A eso lo llamamos temor, que es una especie de visión negativa del futuro", ha esgrimido Fernando Botella, CEO de Think&Action y experto en management y educación. Así, desterrar esos pensamientos ayuda a controlar los nervios.

"Es mucho mejor tomárselo con naturalidad. Es un examen más", ha indicado Botella. Y una recomendación más, que en esta ocasión nos da Maite Nieto: "Mantener esa máxima de 8-8-8: ocho horas de estudio, ocho horas de desconexión y ocho horas de sueño". Sin olvidar, por supuesto, "alimentarse con dieta equilibrada que no conlleve digestiones pesadas.

Que aportemos una buena gasolina a nuestro cerebro, porque la alimentación el sueño luego permite que el estudio sea verdaderamente efectivo". Y, cómo no, ejercicio físico, el "mejor ansiolítico natural del que disponemos", ha reseñado Nieto. Todo para llegar relajados, preparados y seguros.