Denuncian que la vida del recién nacido se podría haber salvado si hubiese llegado a tiempo la ambulancia y además critican la atención médica una vez llegaron los facultativos.

Carmen asegura que desde el primer momento las llamadas daban a entender la gravedad de la situación. "Fueron espeluznantes, yo estaba llorando y gritando en todo momento".

En la primera llamada al 112 aseguran que el marido de Carmen, Marco, ya alertó de que su mujer se encontraba en la semana 34 de embarazo, "estaba sangrando mucho" y les advierte de que se trata de un embarazo de alto riesgo porque además, Carmen está en silla de ruedas.

Dada la demora de la ambulancia, al final trasladaron a Carmen y al moverla, nació su hijo. "Había tanta sangre que pensaron que me iba a desangrar", señala.