En una entrevista telefónica con laSexta, Montse asegura que les llamaron para pedirles explicaciones por la grabadora que portaba su hijo y para saber por qué el niño había dejado de acudir a su centro educativo en Getafe, pero nunca les preguntaron por los presuntos malos tratos a los que fue sometido el menor por parte de tres docentes.

Por esa razón y, tras elevar una queja ante Inspección Educativa, lo pusieron en manos de la Justicia, aportando como prueba la grabación que habían conseguido sobre el trato recibido por su hijo con autismo en el centro escolar. La habían conseguido colocando una grabadora en la ropa del pequeño durante una jornada lectiva. "¿Te echamos agua por encima?", se llega a escuchar en boca de una de sus educadoras y en tono de amenaza.

Hasta ese momento, Montse asegura que el centro escolar les había negado que aplicaran algún tipo de protocolo de bloqueo o amenazas contra el niño. Sólo tenían constancia de la existencia de una "habitación blanca": "Nos dijeron que si se ponía nervioso le metían en la 'sala blanca' acolchada' sin personal y cerraban la puerta con llave".