Aitor García murió con solo 24 años por muerte cerebral después de que el Summa 112 se negara a enviar una UVI Móvil a su domicilio. Durante la llamada a Emergencias, el joven y su madre manifestaron que se estaba "ahogando", pero el facultativo que le atendió decía "yo no escucho que te ahogues, respiras perfectamente".

Carmen Ruiz, la madre de Aitor, lamenta que, por teléfono, se cuestionaran los síntomas de su hijo y asegura que no le "entra en la cabeza que estos señores sigan trabajando". Además, considera que aunque "se siguió el protocolo, es algo que no sirve, una negligencia".

"Mi hijo se merecía que le atendieran como a cualquier otra persona"

Y es que, para esta madre, tardaron en reaccionar a su petición de auxilio. "Mi hijo se merecía que le atendieran como a cualquier otra persona". Por ello, la familia asegura que reclamará por la vía penal en los próximos días.

Por su parte, el Servicio de Urgencias Médicas de Madrid defiende que sus profesionales actuaron con diligencia, profesionalidad y conforme a los protocolos para atender la llamada de Aitor.

Médicos del Summa apoyan a su compañeros porque, dicen, no hay derecho a este linchamiento. "Creo que se actuó correctamente, el trabajo de médico coordinador es un trabajo muy complicado, posiblemente el más complicado", apunta Óscar Rodríguez, médico del Summa y delegado sindical de Amyts.

La Comunidad de Madrid ya estudia este caso. Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid señala que el médico "fue actuando conforme al protocolo, pero la actitud tendría que haber sido otra".