Meses después de que su caso saliera a la luz, Natalia Grace ha hablado en televisión sobre su anterior familia adoptiva, los Barnett.

En 2010 esta pareja de Estados Unidos decidió adoptar a Natalia Grace, pero poco después comenzaron a pensar que, en realidad, era una adulta que se hacía pasar por una niña.

La pareja llegó incluso a cambiar la edad legal de su hija adoptiva para que pasara de 11 a 22 años y en 2013 decidieron supuestamente abandonarla dejándola sola en un apartamento. La mujer denunció que Natalia era una persona adulta que les había engañado y que había intentado matarles.

"Hacía afirmaciones y dibujos diciendo que quería matar a la familia, enrollarla en una manta y enterrarla en un patio", contó la mujer el Daily Mail.

Los Barnett están acusados de abandono infantil por haberse mudado a Canadá sin Natalia. Versión que coincide con el testimonio de la joven.

"Tengo 16 años y tengo enanismo"

En el programa del Dr. Phil, Natalia Grace ha negado ser una psicópata y que quisiera matar a sus padres: "Tengo 16 años, nací el 4 de septiembre de 2003 y tengo enanismo". "No intenté matar a nadie", ha añadido.

 

Su anterior madre adoptiva dijo que Natalia intentaba asustarle apareciendo en mitad de la noche junto a su cama y que trató de asesinarla vertiendo lejía en su café o lanzándola contra una valla electrificada.

"Lo que se ha dicho no es cierto"

Sin embargo, la joven se ha defendido de las acusaciones y ha desmentido las palabras de la que fuera su madre. Natalia ha explicado que se levantaba porque tenía pesadillas y que todo lo demás fue fruto de accidentes. "Lo que se ha dicho no es cierto, sólo quiero que la gente escuche ahora mi versión", ha explicado.

Natalia también ha recordado que tuvo una infancia muy difícil y que vivió en 30 casas de acogida hasta que con seis años Los Barnett la adoptaron.

Pleno respaldo de sus actuales padres adoptivos

Durante la entrevista en televisión, la joven ha estado con Antwon y Cynthia Mans, sus actuales padres adoptivos. Ellos han contado que apoyan en todo a la menor, a quien creyeron plenamente después de ver el apartamento en el que la habían abandonado supuestamente. "Pienso que sintieron que ella era una carga", ha destacado su madre adoptiva.

Natalia no quiere venganza, sólo pretende pasar página y lanzar un mensaje al mundo para que después de ella no haya más niños que se vean obligados a vivir situaciones similares.

Por su parte, los Mans insisten en que su hija adoptiva es una joven cariñosa y lamentan todo el daño que Natalia ha podido sufrir.