El médico que operó a Sara, la mujer de 39 años que murió tras someterse a una lipoescultura en Cartagena, Murcia, ha declarado este miércoles en los juzgados de Cartagena. Lo ha hecho hoy, a pesar de que debía haberse presentado este martes para su comparecencia con su abogado, que tampoco apareció. Esta es la razón que llevó a la magistrada a decretar su detención horas después de su ausencia.
Sobre el sanitario pesa una denuncia por homicidio imprudente interpuesta por la familia de la fallecida. No obstante, a la salida de los juzgados, el médico se ha querido disculpar ante los medios por la tragedia y ha mostrado su disposición a colaborar con la investigación. "Lamento todo lo ocurrido, confío plenamente en la justicia", ha asegurado ante la prensa. Tras la fatídica operación, Sara pasó casi un mes ingresada en la UCI.
Desgraciadamente, la mujer fallecía el pasado sábado finalmente por "complicaciones derivadas" del tratamiento, que le causaron un "fallo multiorgánico irreversible", según las conclusiones provisionales de la autopsia. A pesar de que la jueza ha retirado el pasaporte al médico, no le ha negado que pueda seguir operando. Es decir, no le ha inhabilitado. La familia de Sara está muy indignada con esta decisión.
De hecho, según ha podido saber laSexta, han ampliado la denuncia en la tarde de este miércoles: "Parece ser que le dijeron al cirujano que parase y la respuesta creo que fue que estaba usando unas técnicas especiales y que él se hacía cargo. Lo que no entendemos es por qué no actúa de oficio el anestesista y para esa operación". La denuncia se dirige también contra todas aquellas otras personas que tomaron parte en el acto médico, por lo cual se pide a la jueza que reclame su identidad y la condición en la que intervinieron.
Ya en Más Vale Tarde, el portavoz de la familia de la víctima, Ezequiel Nicolás, denunció que durante la autopsia se descubrió que el cuerpo de la joven presentaba tantas perforaciones que "es imposible" contarlas. "Eran incisiones de 0,5 a dos centímetros", apuntó el portavoz, insistiendo en que Sara "tenía agujeros por todos lados". De hecho, para Ezequiel el informe forense confirmó lo que "todos pensaban": "Hay una negligencia, una mala praxis muy grande".
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