La Policía Nacional ha alertado a sus unidades y ha difundido la fotografía de Fernández Bueno para tratar de facilitar su localización. Fernández Bueno salió de la prisión el pasado día 15 para disfrutar de un permiso de siete días que concluyó el domingo y, según publica la Policía Nacional en un tuit, no acudió a la cárcel cuando tenía que haberlo hecho, hace tres días.

Se ha dado traslado de toda la información a la Unidad de Fugitivos de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) de la Comisaría General de Policía Judicial. Se trata de un grupo especializado con amplia experiencia y es el encargado de canalizar la información para la cooperación internacional en este tipo de casos.

"Guillermo Fernández Bueno es un violador y asesino que se ha fugado de la cárcel de Santoña en un permiso. Si lo has visto o tienes algún dato: 091", dice el tuit de la Policía, que acompaña la foto difundida. Los Cuerpos de Seguridad han desplegado un dispositivo para tratar de encontrar a este preso, santanderino condenado a 26 años y seis meses de prisión por violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre de 2000.

Este hombre ya cumplía una condena de nueve años de cárcel por otra agresión sexual cometida un mes antes. El preso ya había cumplido 17 años y medio de cárcel y acababa su condena en 2026.

Además, no era el primer permiso que se le concedía, aunque los anteriores los había obtenido a través de recursos que finalmente habían sido admitidos por el juez de vigilancia penitenciaria.

Fuentes consultadas indican que este hombre, que tenía pareja fuera de prisión que se dedica a la compra venta de muebles procedentes de India, dejó su celda bastante vacía en este último permiso, lo que hace sospechar que tenía planeado no regresar al centro penitenciario.

La sentencia de la Audiencia alavesa que le condenó por asesinato y violación señalaba que actuó con una "violencia inusitada", que la víctima asesinada murió asfixiada y que la violó. Además, indicaba que cuando ya había fallecido, el condenado le cortó el cuello.