Los guardias de seguridad de un restaurante chino de Tegucipalga, en Honduras, se encontraban custodiando la puerta, cuando uno de ellos apuntó con su rifle. Entonces, accionó el gatillo del arma.

La bala atravesó el cuerpo de su compañero, que cayó al suelo. Los otros dos vigilantes pidieron ayuda sin resultado, ya que el guardia falleció minutos después.