La Guardia Civil está registrando este viernes varios domicilios de Traspinedo (Valladolid), dentro de la investigación por la muerte de Esther López, quien desapareció la madrugada del 12 al 13 de enero y fue hallada sin vida en una cuneta el 5 de febrero.
Fuentes de la investigación ha explicado que, además de los registros en viviendas, también han sido llamados varios vecinos del pueblo para prestar declaración.
El pasado miércoles los agentes trabajaron en la búsqueda de ADN y otras posibles pruebas forenses en el coche de uno de los amigos de la familia de la víctima que, al parecer, fue el último que la vio con vida, según explicaron fuentes próximas a la investigación.
Los agentes buscaron en el vehículo, de color gris, restos y signos de algún golpe en el exterior del coche que pudieran indicar la posibilidad de un atropello, una de las hipótesis con las que trabaja el instituto armado.
La familia de la víctima, de 35 años, vio por última vez a la mujer la tarde del pasado 12 de enero y el cuerpo sin vida de Esther López fue hallado en un cuneta por un senderista el 5 de febrero en la localidad de residencia de la fallecida, Traspinedo.
Antes de encontrar el cadáver hubo cuatro batidas por el pueblo, situado a unos veinte kilómetros de Valladolid, que concluyeron sin resultado, hasta que el paseante localizó el cuerpo en la cuneta.
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Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que la mujer sufrió una rotura de cadera y múltiples magulladuras que indicaron la posibilidad de que hubiera sido arrastrada por un vehículo, sin que se conozca en qué momento pudo producirse.
Con algún 'pero'
La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.