La Guardia Civil, en el marco de la Operación Matrihoney, ha investigado a 11 personas por comercializar más de 40 toneladas de miel procedente de China que superaban la cantidad máxima de pesticida autorizada en Europa, lo que implicaría un riesgo de salud pública.
Según las investigaciones del instituto armado la empresa bajo investigación habría falsificado la documentación para tratar de evadir los controles sanitarios ya que el producto importado contenía una cantidad de pesticida que superaba los límites máximos. Además, esta miel comercializada se calificaba como miel ecológica certificada.
La colaboración ciudadana, admite la Guardia Civil, permitió el inicio de las investigaciones hace más de dos años, poniendo en conocimiento de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) posibles irregularidades cometidas por una de las mayores empresas del sector en España dedicada a la importación y exportación de miel a nivel internacional.
A partir de este momento, los investigadores realizaron el volcado y análisis de los más de 250.000 archivos de la empresa que permitieron constatar los actos penales. Se comprobó que la empresa, para eliminar la presencia de los pesticidas, mezcló la miel china con otra procedente de un país europeo --sin especificar-- para tratar de "diluir" la concentración.
Finalmente, la información analizada reveló que varios lotes de miel ecológica de procedencia china afectados por el pesticida se habían falsificado para su posterior venta.
Las autoridades europeas, alertadas por la Guardia Civil sobre estas importaciones de miel, han activado los mecanismos de control para asegurar el cumplimiento de la normativa comunitaria, impidiendo que se siga comercializando con este producto.
A los investigados se les acusa de varios delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad documental y contra la salud pública.
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