La Guardia Civil ha desmantelado una organización dedicada al cultivo de marihuana en Llinars del Vallés, en Barcelona, a la que ha intervenido más de tres toneladas de hachís y ha detenido a tres personas integrantes de una banda que elaboraba y distribuía la droga en España y en otros países europeos.
Según ha informado el Ministerio del Interior, en el marco de la Operación Perkunas, se han intervenido 5.856 plantas y más de 89 kilos de esta droga ya procesada en una de las mayores plantaciones cubiertas de Cataluña, oculta en naves industriales, además de 3.326 kilos de hachís.
Los responsables de esta estructura criminal habían ideado un sistema 'narcokupa', ya que usaban naves embargadas por bancos para sus actividades de producción de droga y como base de operaciones para el narcotráfico.
La droga era cargada en camiones con destino al resto de España y a otros países europeos oculta tras palés de comida, y para la producción de la marihuana los detenidos presuntamente cometieron además un fraude eléctrico de 430.000 euros.
Durante el registro de la nave industrial, los agentes encontraron una sofisticada plantación hidropónica de marihuana, hasta el punto de estar compartimentada en varias salas donde se cultivaban las plantas según su estado de crecimiento.
La plantación ocupaba un área total de cuatro naves industriales comunicadas por accesos y conexiones practicadas entre ellas por los integrantes de la red.
La operación, que se ha desarrollado en dos fases, ha acabado con la detención de tres personas, dos españoles y un inglés, vecinos de Valencia, Llissá de Vall y Barcelona ciudad, a los que se les imputan delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y de cultivo o fabricación de sustancias estupefacientes y defraudación de fluido eléctrico por 430.000 euros.
Los alimentos intervenidos por la Guardia Civil han sido donados a Cáritas de Llinars del Vallés.
Violencia machista
Investigan por qué no avisó la pulsera telemática del asesino machista de Mallorca
¿Qué falló? El presunto asesino, ahora detenido, tenía una orden de alejamiento y una pulsera telemática, que sin embargo no se activó cuando vulneró la prohibición de acercarse a la víctima. Ahora se investiga por qué.