Los agentes se encontraban estacionados junto a la carretera, cuando un turismo se ha detenido junto a ellos y su conductor les ha pedido ayuda porque no le daba tiempo a llegar al hospital ante la inminencia del parto. Los guardias han ordenado al conductor que retirase el coche a una zona segura y a continuación uno de ellos ha indicado a la mujer que se reclinase sobre el asiento, ha comprobado que se veía ya la cabeza del bebé y ha ayudado con sus manos en el alumbramiento.

Posteriormente, han requerido alguna prenda al padre para tapar al recién nacido, que ha sido cubierto con una manta. A continuación, "y debido al estado de nerviosismo del padre", según la Guardia Civil, el agente que asistió al parto se puso a los mandos del turismo, abriéndole paso su compañero con el vehículo oficial, ya que la circulación en la vía era muy intensa en esos instantes. Así han llegado al hospital La Fe, donde la madre y el bebé han sido atendidos en el servicio de urgencias.