Subió por el tejado y okupó la casa en la que vive junto a su pareja, pero además él y un grupo organizado se dedican a reventar pisos, cambiarles la cerradura y luego vender sus llaves de forma ilegal. Más Vale Tarde ha hablado con este okupa, que explica que venden las llaves "por entre 350 y 400 euros".

Unas 300 viviendas ha asaltado en Tarragona. La otra cara de la moneda son los que lo sufren, en localidades como la de Sant Adrià de Besòs, Barcelona, luchan contra una situación similar. Eduardo Araújo, presidente de la Asociación de Vecinos, destaca que llegó "un grupo organizado que entró en pisos y luego los vendía". 

A Bernardo le okuparon el piso durante cuatro años, cuenta que "lo dejaron todo totalmente destrozado". Los vecinos se manifiestan todos los lunes para exigir que los okupas dejen el barrio, se sienten desamparados. El asesinato de un joven tras una manifestación ha indignado a los vecinos, no pueden más. Exigen una solución inmediata, el Ayuntamiento asegura que ha incrementado la presencia policial en la zona y que además han pedido que se agilicen los procesos judiciales para expulsar a los okupas.